La obra seca es aquella en la que no se utilizan elementos húmedos (cemento o masillas). Todos los materiales van montados entre sí, bien pegados, clavados o bien encastrados. Es decir, todo se coloca sobre una superficie previamente existente que puede ser cubierta por un nuevo producto o material sin necesidad de tener que ser retirada. Esto permite realizar los trabajos sin polvo ni molestos ruidos. La mayoría de elementos prefabricados que se emplean en la obra seca son suelos, forjados, cubiertas, fachadas y tabiques. Todos estos materiales presentan diferentes diseños y texturas que pueden ser a su vez pintados del color que desees.
Lo cierto es que la obra seca comprende una amplia variedad de materiales, tales como: Placas de yeso: también conocidas como pladur son uno de los materiales por excelencia de las obras en seco. Son ignífugas, hidrófugas y aíslan del ruido. Se instalan fácilmente pudiendo ser adaptadas en forma y grosor. Su principal uso es para la creación de paredes, pero también se pueden utilizar en repisas y estanterías. Paneles metálicos: estas chapas de metal, al igual que el pladur, se utilizan para revestir paredes sin producir escombros. Madera y corcho: estos materiales también sirven como revestimiento de paredes, techos y suelos. Son elementos de construcción en seco por excelencia. Entre ellos, destacan las paredes de madera natural o sus derivados como los tableros DM u OSB. Materiales vinílicos: los suelos vinílicos, por ejemplo, son la solución perfecta para cambiar el aspecto de una habitación sin necesidad de obras. Otros materiales como el linóleo o los adhesivos de imitación se pueden usar para renovar suelos y paredes sin retirar la superficie existente. Tarima flotante: es la solución perfecta a suelos antiguos a la que además se añade la posibilidad de instalar bajo su superficie calefacción radiante o una instalación eléctrica. Su colocación es sencilla, no requiere de un suelo completamente nivelado y su mantenimiento es mucho más fácil.
Las obras en seco son mucho más limpias. No generan olores, polvo ni escombros. Al utilizar materiales prefabricados son más fáciles de ejecutar, ya que solo hay que colocarlos y listo. Olvídate de tener que irte de casa o de pasarte el día limpiando una vez que los trabajadores terminen con su tarea. Con la obra seca todos estos inconvenientes desaparecen. A diferencia de las obras tradicionales, las obras en seco son bastante más baratas. Esto es debido a que se necesita menos manos de obra para su ejecución, así como a que su duración es menor lo cual se refleja en el presupuesto final. Pagarás menos por reformar tu casa.
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